Prevención de cara a las vacaciones y periodos de ausencias

¿Cómo podemos proteger nuestra vivienda en vacaciones?

Esta entrevista forma parte de una serie de programas en los que Luis Freijo colaboró con Cadena Ser en una sección llamada «Ser Precavidos».

Consejos para proteger nuestra casa y nuestras propiedades:

– Luis Freijo, ¿qué tal? Muy buenas tardes.

– Hola, buenas tardes.

– Bienvenido una semana más. La semana pasada nos hacías reflexionar sobre la vigencia de nuestras puertas, ¿verdad? 

– Exacto, si. Una puerta que tiene más de una determinada cantidad de años, generalmente 10 años aproximadamente, es una puerta que está desactualizada. Entonces, tenemos que simplemente ser conscientes de que estamos en esa franja y tenemos que asumir una serie de incertidumbre, de riesgo añadido por esa situación… Pero sin asustar a nadie y sin crear ninguna alarma.

– Nos quedamos con el consejo de que igual se incrementan las medidas de seguridad de las puertas, también se incrementan las técnicas de robos. Supongo que avanzan a la misma velocidad e incluso más. 

– Por desgracia es así, sí. 

– Lo solemos oír habitualmente pero no viene mal reforzar esos consejos sobre la seguridad en nuestras viviendas en periodos vacacionales, ¿verdad?

– Si, exacto. Muchas veces aparece eso, que pierde relevancia porque lo estamos escuchando de forma sistemática todos los años. Realmente la vigencia sigue siendo válida, siguen siendo consejos básicos/preventivos que tienen un valor importante. Quizás debemos adaptarlos en algunos casos a las características propias de nuestra vivienda e incluso, podemos mejorarlos mediante nuevas técnicas, herramientas o mediante herramientas tecnológicas que se han incorporado ahora al mercado. 

– ¿Cuáles serían esos consejos básicos específicamente para estas épocas del año en las que faltamos habitualmente en nuestra vivienda?

– Son todo consejos preventivos que afectan a nuestro comportamiento fundamentalmente. Van orientados a evitar la sensación de desocupación de nuestra vivienda para que no se perciba desde el exterior porque si se percibe la sensación de desocupación aumenta la oportunidad, la variable de oportunidad del ladrón. El ladrón ve la oportunidad de entrar en nuestra casa a atacarla. Entonces, las más comunes ahora para el verano son fundamentalmente no publicar en Redes Sociales que te vas de vacaciones o por lo menos, no hacerlo con fechas concretas, y luego hacer que parezca que la casa está ocupada, no mostrar la desocupación de la casa. Para ello, siempre solemos pedir a alguien que recoja nuestro correo, suba y baje persianas, encienda y apague luces… Entonces claro, esto no siempre contamos con ello, no siempre es posible. También podemos pedir incluso a la empresa de limpiezas que no deje nuestro felpudo levantado, es un detalle pero hace mucho, que no deje nuestro felpudo levantado cuando hace la limpieza porque si lo levanta y ningún vecino lo ve o puede bajarlo o se da cuenta, nuestra casa está marcada como casa desocupada. Son detalles que son importantes, son básicos para prevenir el robo. 

– No será recomendable tampoco dejar todas las persianas bajadas ni cosas así, ¿no?

– Exacto, exacto. Tiene que haber algo de movimiento, algo de sensación de actividad. 

– Bueno, ¿estos consejos nos pondrían a salvo de esos robos?

– Nos ayudan, están bien, digamos que son necesarios pero quizás no sean suficientes, siempre se pueden mejorar. Realmente lo que nos da un incremento en la seguridad es implementar las capas, las tres capas que estamos insistiendo continuamente que son la resistencia, la detección y el control. Y en este caso que nuestra ausencia es más prolongada de lo habitual la capa que cobra más importancia es la detección porque hace que nuestra puerta sea sensible al ataque, lo detecte y reaccione ante el ataque haciendo que el ladrón se vea obligado a desistir y no llegue nunca a entrar en nuestra casa. Entonces, la puerta se convierte en un vigía, en un guardián de nuestra propia casa. 

– ¿La propia puerta avisaría de que estamos sufriendo un intento de robo?

– Exacto, la puerta avisa.

– ¿Y esto cómo lo conseguimos?

– Bueno, para convertir nuestra puerta en una puerta sensible al ataque, existen en el mercado diferentes elementos que podemos instalar en nuestra puerta actual, como por ejemplo, membranas electrónicas adhesivas en el marco que son capaces de detectar presiones producidas por intento de apalancamiento o incluso por inserción de cualquier tarjetita flexible que se puede usar para abrir una puerta, ahí ya estaría saltando directamente la alarma de la propia puerta. También hay escudos de segunda generación, escudos de seguridad de segunda generación que además de aumentar la capa de resistencia nos están implementado la capa de detección. Estos escudos llevan también la membrana sensible electrónica incorporada debajo de la primera capa del escudo detectando entonces el intento de taladrado del escudo, de corte o de arrancado del escudo que es lo más habitual que se está produciendo ahora mismo en robos. Y todos estos sensores electrónicos tanto membranas perimetrales de marco como de escudos de segunda generación están conectados a una sirena de 90 decibelios que enchufamos dentro de nuestra casa en cualquier enchufe que va conectada vía radio y que puede estar comunicados opcionalmente tanto con nuestro móviles, hasta cinco incluso, como con una central de alarmas certificada que tengamos ya contratada o que podamos contratar. O sea que lo que hacemos es sacar un poquito la sensibilidad a la parte exterior de nuestra puerta con lo cual podemos detectar el ataque cuando se produce desde el exterior y evitar que lleguen a entrar.

– Al margen del aviso que podamos recibir nosotros o un central de alarmas me imagino que esa sirena de 90 decibelios debería ser disuasoria.

– Sí porque nadie se queda a seguir trabajando sobre una puerta que está pitando digamos con una sirena de 90 decibelios, está llamando la atención y que no sabes si está conectada a una central de alarmas, que no sabe el ladrón si está conectada a nuestro teléfono móvil, que no sabe si un vecino la ha oído y está llamando a la policía… No se puede quedar y no sabe tampoco cuánto tiempo les queda para abrir esa puerta. Y automáticamente la incertidumbre les hace desistir, tienen que marcharse. Con lo cual, conseguimos el objetivo primordial que es que no entren.

– Son medidas que pueden estar ahí y que ayudan a evitar los robos pero cobran especial importancia cuando no estamos en casa, ¿no?

– Exacto, exacto. Esto es aconsejable, las tres capas y en este caso hablamos también de la detección, es aconsejable tenerlos en funcionamiento todo el año. Ahora es un momento en el cual cobra más importancia la detección y podemos dar un poquito de énfasis a la desocupación de la vivienda y la detección sería la capa que más nos cubriría, que sobre todo, más tranquilidad nos daría porque estaríamos fuera, lejos de nuestra casa, sabiendo que nuestra puerta va a reaccionar ante un ataque. 

– Bueno, ¿qué consejo podemos dar hoy a los oyentes después de todo lo que has explicado para estas épocas del año?

– Que aunque los consejos preventivos habituales son válidos y se deben llevar a cabo el incremento notable en la seguridad se produce cuando adoptamos estas medidas técnicas, digamos más novedosas. Entonces mi consejo sería que es un buen momento para tratar de dar el paso y ponerle a nuestra puerta la capa de detección mediante membranas de perímetro de marco o escudos de segunda generación. 

– Por cierto Luis, enhorabuena porque, lo hablaremos con más calma en otros espacios, habéis recibido una nueva certificación en Freijo.

– Si, hemos recibido una certificación de un protocolo de valoración y de diagnóstico para clientes, que es el lo que se llama Genoma del Robo y ya podremos hablar más adelante de ello pero sí, la verdad es que una metodología muy interesante que vamos a aplicar para que todos los clientes reciban un tratamiento con una base científica y con unos resultados objetivos mucho mejores. 

– Lo tenéis ahí: Avanzando en Seguridad. Luis Freijo, muchas gracias y hasta la semana que viene. 

– Gracias.